Cuesta de enero
January 31, 2008
No atravieso mis mejores momentos. En lo que va de semana me han dicho que no he sido aceptado en un curso muy importante para mi doctorado que tendrá lugar el junio próximo en Roma; prácticamente nos han puesto de patitas en la calle a la Katxarraka, con el riesgo de crisis interna que ha supuesto; y hoy he tenido un amago de luxación de hombro que me ha vuelto a encerrar entre los barrotes del cabestrillo una vez más. Lo peor de todo es que, como casi siempre, lo acabo pagando con los que menos lo merecen por el simple hecho de que están más cerca de mi cuando peor lo paso: me vuelvo apático e incluso arisco, no hago aquello a lo que me comprometo y, generalmente, acabo diciendo cosas de las que luego me arrepiento. Y, sobre todo, empiezo a quejarme cuando, en realidad, tengo una vida que no cambiaría por nada. Mañana será otro día.